Progresivamente, y a medida que se ha difundido la conversación informal mediante chat (por ejemplo, en WhatsApp) se ha ido relajando el uso de signos de puntuación.
Un caso típico es el abandono del punto final en las frases que constituyen un párrafo (porque en un chat cada intervención de un interlocutor puede ser en sí misma una frase). Sin embargo, en cualquier correo electrónico mínimamente formal, cada frase debe cerrarse con un punto.
En el interior de las frases largas, ni que decir tiene que el buen uso de comas, e incluso de signos de punto y coma si es necesario, es un requisito clave para la comprensión del texto y para evitar ambigüedades.